Primera jornada gastronómico-arqueril del C.D. Arqueros Zamora

por | 14 de mayo de 2013

Como casi todas las cosas buenas surgió sin proponérnoslo, si bien es cierto que era una idea que rebullía en la cabeza de alguno de los habituales y que proponía con cierta asiduidad harto del la querencia hacia la diana que habitualmente muestran los más enganchados a la cuerda y que no son capaces de ver más allá de su punto de mira. Conque entre risas y flechas se nos ocurrió que para aliñar la mañana del domingo podíamos hacer un simulacro de tirada para ver quien era el listo que pasaba de 600 y, como es preceptivo en estas ocasiones, tomar un tentempié entre serie y serie.

Al principio la cosa consistía en llevar un poco de queso, limonada y a seguir tirando como si nos fuera la vida en ello; pero medida que se corría la voz más arqueros se apuntaban al simulacro:
– Si tu llevas queso yo llevo huevos rebozados.
– Pues yo no soy menos y llevo una tortilla.
– Vale, yo llevo un chorizo casero que hace mi abuela.
Como cada vez éramos más, al del queso se le ocurrió llevar un chusco que ganó tirando flechas en algún lugar de la geografía asturiana y que es una cosa dura como una piedra que tiene que cortarse con radial, pero que a decir de la mayoría carnívora está de vicio;  al de la limonada le pareció que con un litro de Don Simón no iba a haber suficiente, por lo que era necesario comprar una garrafa de 5 litros para hacer otros tantos de limonada (que, por cierto, se sigue bebiendo pues los parroquianos eran más de esa famosa bebida incolora, inodora e insípida, amén del no menos famoso ingüento americano).
¿Y de postre? Una docena de pasteles. ¡Qué grandísima idea!

¿Que si sobró algo?, pues si: Casi toda la limonada y la piedra asturiana.

Todo lo demás fue devorado con auténtica fruición;  y claro, con semejante alteración de nuestro centro de gravedad, lo de llegar a los 600 se convirtió en algo más que una quimera para los recurvos. Creo que algún compuesto si pasó, y de largo, pero no cuenta porque apuntan con telescopio ;). Pero ¿y lo bien que nos lo pasamos?

Así es que risas por aquí y risas por allá, inauguramos por aclamación la primera jornada gastronómico – arqueril del C.D. Arqueros Zamora, con la firme  intención de dar  continuidad a celebración aunque con algunos cambios en el desarrollo de la prueba que pasará de ser: flechas – viandas – flechas, a flechas – flechas – viandas, por los motivos antes aludidos de afectación gravitatoria.

Lo único que faltó para una mañana perfecta fue que a alguien se le hubiera ocurrido llevar café.
Ahí queda a modo de recordatorio para la próxima.

A continuación la foto de los ocho pioneros, bueno, realmente éramos nueve, pero a uno le obligamos a esconderse tras la cámara por no haber querido madrugar.

Pioneros